Con el boom de Tame Impala la psicodelia actual ha alcanzado a un mayor número de oídos que andaban perdidos desde el boom de Flaming Lips. Lo cierto es que siempre han existido bandas que han mantenido un nivel muy alto y que hoy por hoy han logrado convertirse en referentes.
Es cierto que el género no tiene la capacidad de sorprender con látigos espaciales como lo hiciera con su nacimento, pero a cambio ha conseguido aunar todo lo aprendido y moverse por diferentes esferas de la lisergia musical. Una de esas bandas es Wooden Shjips.
Los de San Francisco son uno de los sonidos de referencia. No tanto por sus novedades musicales en el género sino por hacer factible un kraut psicodélico e intenso con calidad. Tras alcanzar un gran pico hace dos años con ‘West‘ (Thrill Jockey, 2011) regresan con el nuevo álbum ‘Back To Land‘ (Thrill Jockey, 2013); un disco que se mantiene en los parámetros de su anterior trabajo pero baja las revoluciones expuestas.
Este disco está compuesto por ocho canciones en las que han mantenido los sonidos que les definen, nunca han intentado alejarse de lo que consideran sus fronteras. Ha sido a partir de las composiciones donde han elaborado mejor o peor sus álbumes y esta vez los de Ripley Johnson han facturado un álbum gustoso, agradable, más pop y a la vez menos redondo de lo que es ‘West’.