Al segundo álbum de Yuck podríamos definirlo según sus virtudes y sus deficiencias: todo lo positivo que tiene este ‘Glow & Behold’ (Fat Possum / Mercury Records, 2013) es ajeno a ellos, sin embargo, sus deficiencias son culpa de su desgana y su falta de creatividad. Y cuando digo que lo positivo es ajeno, no me quedo corto. Si el estribillo de ‘Glow & Behold’ no os suena igual que el de ‘Tears In Heaven’ de Eric Clapton, escuchadlo otra vez.
Ahí encontramos el culmen de la pasividad de la banda por confeccionar un álbum personal, pero además es aburrido, simple y llanamente. No merece la pena enmarañar el análisis cuando la banda no se preocupa en esforzarse en su álbum; que la idea quede clara. Y, si lo han hecho, creo que hay poco futuro para ellos. Aunque la producción sepa adaptarse a la dirección de las composiciones, su hastío tampoco lo beneficia.
Cada tema es una interminable repetición, sin evolución o estructura; solo la misma parte repetida hasta la saciedad y sus melodías no son tan buenas como para merecer la repetición. Da igual que sea ‘Sunrise In Maple Shade’, instrumental de más de tres minutos y cuatro notas en bucle, o ‘Somewhere’, ejemplos de un álbum descafeinado… más que descafeinado, sin garra, sin emoción, una fórmula lineal e inapetente que se revuelca en su desganado carisma.
No me ha parecido tan malo como para tener menos de un 4. Sin duda no es como el primer disco, sin Blumberg… Pero tiene buenas pistas, aunque no cuente con la emoción de su predecesor.