Teniendo en cuenta las dimensiones de la Pop Bar (la más pequeña de las salas de Razzmatazz), no fue difícil que Florrie la llenara. Y a pesar que su actuación empezaba pasadas las 2 y media de la madrugada, treinta minutos antes el local presentaba un ambiente y un aforo destacable. A la hora prevista, Florence Arnold apareció, deslumbrante, acompañada de un batería, una teclista, un guitarra y un potente bajo, y empezó su repertorio ante un público que a la segunda canción ya coreaba su nombre. En realidad era para hacerlo, por qué esta joven de únicamente 22 años subió (aún más) la temperatura del lugar con un variado setlist que repasó los diferentes EP’s que ha lanzado y adelantó algún corte de su próximo largo, que verá la luz en pocas semanas.
En su estreno en la Ciutat Comtal, la inglesa hizo gala del talento que la caracteriza y en un par de canciones se marcó dos solos a la batería que encandilaron y no dejaron ni descansar a los asistentes, absortos ante los ritmos dance-pop que se iban sucediendo sin parar. Aunque lo mejor fue que ella, de la misma forma que el auditorio, se lo estaba pasando en grande. Con una actitud cercana y simpática y una sonrisa angelical, enamoró a los más gruppies y se metió en el bolsillo a los que aún no conocían su nombre.
Además, en la hora justa que duró su concierto, Florrie no dejó de agradecer cada uno de los aplausos (y piropos) que le lanzaba la primera fila, a escasos centímetros de ella. En el ecuador de su recital, y tras confesar “I like you guys!”, se aventuró a lanzar un “Te quiero!” que fue especialmente aclamado.
Sus mejores temas fueron la festiva Summer Nights, la creciente What She Wants y Speed of Light, frenética y asombrosa en directo. Esta última fue sin duda la cúspide del concierto. Por otro lado decepcionó uno de sus temas más populares, Experimenting With Drugs, absorbido por el eco de la sala. Aún así, se despidió por todo lo alto con la canción que le dio a conocer y que desató la locura en la Pop Bar, Call 911.
A pesar del asfixiante calor, la penosa sonoridad del recinto, el reducido espacio del escenario y las limitaciones temporales, Florrie deleitó en su primera actuación en Barcelona y superó las altas expectativas que se habían generado entorno a su visita. Ya esperamos con ganas su nuevo LP y más conciertos como el de ayer, por qué realmente esta joven inglesa y su banda nos hicieron pasar una velada fantástica.