El Sónida Festival presentó en la Moby Dick la noche del indie en todas sus vertientes, desde el synth pop de Fira Fem hasta el acústico de Tuya. Todos tuvieron cabida en una noche de presentación de distintas bandas del género, apoyadas por el artista internacional The Cads. Cuatro bandas en sus comienzos, presentando sus primeros álbumes de manera a veces nerviosa, pero desde luego bien ejecutada.
Abrían el festival Tuya, presentando su faceta acústica en un espectáculo que destacaba por su intensidad, a pesar de los pocos medios; a veces una guitarra acústica es todo lo necesario. Presentaron parte de las canciones de su debut, Waterspot (2012), en su versión más austera, voz y guitarra frente a un público receptivo que supo apreciar la grácil potencia de sus composiciones. Al final de su corto repertorio se unieron a él los demás componentes de la banda, dando el cierre contundente a un comienzo prometedor, firmando la actuación más distintiva y, paradójicamente, intensa y potente de la noche.
A su paso entraron Fira Fem, presentando desde el primer momento los paisajes sonoros y la tendencia ambiental de su synth pop, que fluiría por igual hasta el final de su actuación. El sonido de sus sintetizadores y las baterías electrónicas que apoyaban a la clásica triada de guitarra, batería y bajo prestaba a similitudes con el trance, unido con el indie pop en un mejunje interesante, aunque a ratos difícil de seguir. Ambas guitarras se simultaneaban con los teclados, dando una variedad detallista en los temas de su debut Aedificatoria (2012). La falta de tiempo no permitía la entrada de discursos o presentaciones, y la única vez que lo hubo se vio entrecortado por la lógica falta de seguridad que el tiempo aporta. Del mismo modo cerraron el concierto, poco trato con el público, pero música etérea de principio a fin.
Los donostiarras Thee Brandy Hips tomaron el relevo en el tercer concierto de la noche. Quizás su estilo sea el más habitual, con un power pop que confluye las virtudes del noise más fuerte con la suavidad del pop tradicional. Desde luego los más jóvenes, pero con dos álbumes a su espalda, ofrecieron un buen espectáculo en un momento complicado de la noche, en el que el público cada vez se desentendía más de lo que sucedía en el escenario. Escuetos de igual manera en su conversación con el público, interpretaron su repertorio musicalmente bien, pero algo rígidos en el escenario. Con temas como Cynism de su último trabajo, Raincoat (2012), se puede apreciar la influencia del brit pop y el revival de principios de siglo, añadiendo a estas la potencia de su directo, dando a su personalidad poca cancha en unas melodías atractivas, pero sin ese toque único de singularidad. Por ello, destacaron menos que sus compañeros de festival, demostrando la necesidad de búsqueda de una voz propia más definida.
Para cerrar el festival subieron al escenario The Cads, la banda británica encabezaba el cartel y por méritos propios que se verían a lo largo de su concierto. A estas alturas de la noche, en la parte trasera del local ya se escuchaba más al público hablar que a la propia banda, pero eso no coaccionó a los isleños, los cuales demostraron una sobrada confianza con el público que sí prestaba atención y la plasmaban en un directo ágil, natural en su interpretación y personal en los temas de su debut Lessons:Illustrated (2012). Aunque no sean la banda más original del momento, con estructuras y usos muy utilizados en el indie (ya ni siquiera puedo seguir el paso a todas sus etiquetas) de Phoenix o MGMT, lo saben entregar de un modo que suena suyo. Con espontáneo incluido en mitad del concierto, aunque el espontáneo fuera el cantante de Fira Fem, lograron cautivar a los asistentes y demostrar una seguridad dada por una experiencia de la que, esperemos, puedan hacer en un futuro el resto de bandas que los acompañaron en este Sónida Festival.