Comenzamos la conversación con una presentación en el camerino de la Sala el 21 en Huesca, cuatro de los componentes sentados ante la grabadora: Amancay, Alejo, Raúl (también conocido como el tío Pol) y Antonio; que son corista, teclado, bajo y batería de Grises respectivamente. Lejos de lo esperado, acabamos convirtiendo lo que fue planteado como un pregunta respuesta en una auténtica conversación extendida sobre Grises, la música que les gusta, sus influencias reales, su forma de darse a conocer y el panorama musical nacional e internacional.
Para romper el hielo qué mejor que comentar el concierto de Radio 3, algo que tiene una repercusión más que demostrada en el mundo alternativo, y que sirve de plataforma a muchos grupos de estilo independiente. A Grises les ilusionó tocar allí, destacaron la importancia que tuvo y tiene para ellos, aunque dada la frialdad de tocar con un escaso público lo que mostraban las cámaras era prácticamente una sesión de estudio, carente de la falta de intensidad de su directo en salas más pequeñas y repletas de público en las que se sienten como peces en el agua.
En cuanto a las influencias de su estilo, con su disco recién editado: El Hombre Bolígrafo, cuya crítica tenéis aquí, todos los entrevistados concluían en que juega un mayor rol la música extranjera, afirmándose en los grupos que nombramos nosotros como Foals y Block Party, aunque destacando también Editors, Glasvegas, We Are Standard, El Columpio Asesino e incluso Arcade Fire (por sus aires épicos) como apuntó Alejo. Amancay reconoció la importancia de la movida madrileña aunque aseguró que la banda bebe del extranjero y que “No solemos estar de acuerdo con las influencias que nos ponen”, mientras Raúl subrayaba la década de los ochenta como algo que se hacía patente en cada canción y Antonio confirmaba las declaraciones de sus compañeros.
El siempre controvertido tema del lenguaje de las letras nos presenta este grupo que tiene para elegir euskera, castellano o inglés. En su caso se decantan por el castellano pero no lo consideran nada importante, de hecho Amancay destaca que a ella le es totalmente indiferente el idioma, Raúl deja claro el respeto del grupo por cualquier lenguaje utilizado en las letras para expresarse y Alejo nos indica que hay grupos que empiezan a cantar en un idioma y se pasan a otro (Sidonie es un buen ejemplo).
Deslizamos una pregunta sobre sus contemporáneos como El Guincho, para saber si se quieren sumar a la corriente o eran los gustos personales los que les empujaban a diseñar su propio estilo. La respuesta fue una explicación sincera de su punto de vista: “Nosotros somos de un pueblo de mil habitantes en el que hay un kiosko”, “Hasta hace poco no sabíamos quién era el Guincho”, “El estilo del grupo es la evolución natural desde hace diez años hasta ahora, no es porque esté de moda”.
Grises tiene clara cuál es la forma de darse a conocer más importante de un grupo, los conciertos en directo. El bajista, Raúl, habla de la intensidad y locura de sus directos como carta de presentación e impacto a la gente que está en la pista, mientras Alejo y Antonio explican que también pasan muchas horas en el estudio para conseguir el sonido que después se escucha en directo, sin dejar de recordar Amancay la disciplina que hay en el grupo para que los trabajos en estudio tengan una calidad que consideran indispensable recordando la labor de Eñaut (el cantante y guitarrista, ausente en la entrevista) como la persona que tiene más claro el sonido de la banda.
La última pregunta ofreció respuestas interesantes e individuales, ésta fue qué se les pasa por la cabeza a la hora de componer, teniendo en cuenta que casi todos tienen formación musical y algunos en el conservatorio:
Para Amancay la espontaneidad y la experiencia son las claves, a pesar de su formación de violín en el conservatorio no valora las tónicas, dominantes y subdominantes a la hora de componer, sabe que están allí pero no ve grados de la escala cuando se enfrenta a una canción, únicamente sensaciones: “Lo que más nos inspira es dejarnos llevar aunque después un compañero no se va a cortar en decirte: eso es una puta mierda; existe confianza entre nosotros.”.
Alejo es un músico formado en múltiples instrumentos “lo mismo toco la guitarra que el bajo […], la batería o canto…” cuenta que las composiciones de Grises se cimentan en arreglos que pegan unos con otros, uno compone algo que les gusta a los demás y todos ellos intentan sumar algo que desprenda las mismas sensaciones. En el ambiente tan distendido que había incluso me preguntó qué es lo que yo tenía en mente para componer e incluso me interpeló varias veces cambiando las tornas en la entrevista, el carácter abierto y amigable de estos músicos es algo sorprendente.
Después de su compañero, Raúl que reconoce tener la formación musical suficiente como para saber qué está haciendo en cada momento y qué puede hacer exactamente, apuntó hacia los elementos espontáneos y de emociones como herramienta más útil para Grises a la hora de comenzar un tema, no desdeña la importancia de una carrera musical, pero no tiene en mente una escala mayor o menor en la cabeza cuando aborda un tema. Por su expresión podía pensarse incluso que considera más auténtico algo salido de dentro que de un filtro compositivo.
Antonio lo enfocó de manera diferente, no algo tan personal y espontáneo como parecían apuntar sus compañeros, sino que hablaba de meterse en la piel del público en medio de la pista aunque reconoce que una vez tienes en la cabeza lo que van a esperar de ti “tienes que subir al escenario y darlo”, no basta con tenerlo en cuenta. Interesante punto de vista y muy ochentero ¿qué es lo que quiere la gente para bailar? Yo se lo voy a dar.
La autenticidad y la sinceridad tanto en el escenario como bajo él son valores que defendemos en HTM, pues bien, después de la entrevista sólo me queda decir que Grises son abanderados de estos valores, auténticos defensores de los directos intensos y punks, coherentes y trabajadores. Si estos chicos se miran en el espejo de sus admirados Foals o Glasvegas, esperemos que bandas de este calado sigan con esta humildad y autenticidad, mirándose un poco en el espejo de Grises.
Foto: Lucía Blanco