Jon Lord, teclista de la afamada banda de hard rock Deep Purple, ha fallecido este 16 de julio en un hospital de Londres por una embolia pulmonar a causa de un cáncer de páncreas contra el que llevaba luchando desde agosto del pasado 2011. El excelente músico británico, autor de grandes temas de la historia del rock como Smoke On The Water, ha visto fin a una larga carrera a sus 71 años, rodeado de su familia en una habitación de la clínica londinense.
A pesar de su separación con la banda inglesa en 2002, el teclista continuó con sus actuaciones en su carrera en solitario hasta que le fue posible. Al anunciar su reciente padecimiento, comunicaba a sus seguidores: “Seguiré escribiendo música, en mi mundo simplemente ha de ser parte de la terapia, y espero de todo corazón estar de vuelta en buena forma el próximo año”.
Desde que fuera diagnosticado de dicha enfermedad, el músico comenzó el tratamiento con la esperanza de superar una afección que nos ha arrebatado a gran cantidad de magníficos músicos en un muy corto periodo de tiempo, como Etta James o Dio.
Durante su permanencia en Deep Purple, su genio al mando de las teclas y su sobrada calidad y conocimiento musical dieron forma a un ingente número de composiciones en colaboración con sus compañeros como la ya mencionada Smoke On The Water, así como otros grandes tema como Child In Time, Space Truckin´ o Highway Star. Aunque su trabajo con Whitesnake no explotó ni una décima parte de su potencial, su carrera en solitario fue un campo abierto donde dar rienda suelta a su creatividad y experimentación, siendo su álbum más redondo Sarabande (1974), grabado con la Philharmonia Hungarica.
La soltura, técnica, conocimiento musical y naturalidad de Lord son irreemplazables y absolutamente complicados de superar, habiendo sido uno de los mejores teclistas de la historia del rock, tanto en su pura técnica como en su ambición creativa, rebosante de reminiscencias clásicas barrocas fuertemente basadas en Bach. Como nota personal, el grandioso Machine Head (1972) fue mi primer Revisitamos, por el cual me siento orgulloso de haber empezado y, dadas las circunstancias, quiero aprovechar como un humilde homenaje a la figura de este exuberante músico.
por José Roa