Él de la izquierda es Benedict ‘Sherlock’ Cumberbatch, el tipo con cara de nutria sexy, el actor inglés del momento. Se está terminando su gintonic. Británico de pies a cabeza. El de la derecha es Michael Fassbender, el actor del que George Clooney dijo que podía jugar al golf sin manos. Para quien no lo haya pillado George, hablaba del tamaño de su miembro. Criado en Irlanda. Éste parece que ya se ha acabado su whiskey. ¿Qué canción estaba sonando?
Esta maravillosa foto fue tomada en la fiesta de después de los Globos de Oro. Y qué maravilla que existan estas fiestas post premios. Es un lugar y un momento único. Si consigues colarte en una de estas -porque eres periodista, fotógrafo, cámara o electricista de la gala de premios en cuestión- podrás saludar a tus héroes, felicitarles por los premios ganados con cara de bobo, hacerte fotos con ellos, que LES ENCANTA, no te preocupes.
Los directores hablan con los actores y el trabajo se mercadea entre risotadas de mentira. Todo el mundo sabe que esta compra venta de papeles existe pero todo el mundo pilla, por eso nadie dice nada. También es bonito ver cómo las distribuidoras besan a los periodistas (los pocos que se han conseguido colar) como si fueran hermanos de sangre. Porque a la prensa le gusta que le hagan el amor antes de disparar artículos sobre películas que ya veremos si son tan buenas como ellos, embriagados de peloteo, dicen.
En alguna de estas se ha visto el periodista que esto escribe. Han intentado mercadear conmigo, claro, y venderme temas absurdos… y lo han conseguido, pero qué le voy a hacer. Uno no es de piedra. También he forzado lo de hacerme amigo de las estrellas, pero todavía sigo trabajando en ello. He ligado (o algo así) con actrices con un resultado desastroso y dramático. Lo que nunca, nunca he presenciado, ha sido un momento tan sublime como el de Cumberbatch y Fassbender. Dos actores del momento dándolo todo con esa clase y esa gracia. Impagable. Aunque bueno, lo que realmente me haría ilusión, algo así como mi burdo sueño de periodista, sería bailar con Adéle Exarchopoulos ‘I Follow Rivers’.
Vaya…otro artículo que me quedo sin leer