Pop apocalíptico. Así denomina el mismo Jackson Scott a su música, de la que ya tenemos el primer disco: ‘Melbourne’. Y es que las canciones de este cantautor de 20 años no tienen el gancho melódico de otros de su edad que como Jake Bugg ya han conquistado el escenario principal de festivales como el FIB 2013. Transmite la adictiva amargura de un perdedor nato, con sonoridades lentas, como el veneno que se toma su tiempo en acabar con todo.
En esta línea, Jackson Scott ha heredado en gran parte la inocencia desenfadada de los primeros Pixies, así como las melodías pesadas y trascendentales de Sonic Youth. Era una época en la que las melodías brillantes triunfaban sin ritmos alocados, alumbrando a estelas en el firmamento como Pavement o Smashing Pumpkins. Como aquellos en su día, veremos con esperanza a gente como Jackson Scott, a la espera de que no se quede sólo en una promesa más de unos días que parece que quedaron enterrados en los libros de historia.
¿Ya conocíais a Jackson Scott?