Ya conocemos todos los nominados de la 14ª edición de los Grammy Latinos. La verdad es que no tienen auténtica relevancia musical, si entendemos música por calidad, lo que sí importa es la imagen que se da. Los Grammy Latinos son una escisión de los Grammy originales formada en el año 2000, impulsado por la importancia que empezaban a tener las comunidades hispanoamericanas en Estados Unidos. En teoría, los premios se otorgan a artistas de cualquier género que canten en español o portugués. La realidad, los premiados suelen ser de géneros latinos y, casi siempre, comercial.
Solamente observemos los nominados este año a mejor “Grabación del año”: Pablo Alborán, Marc Anthony, Alejandro Sanz, Caetano Veloso… ¿sigo? Draco Rosa ft. Ricky Martin, Andrés Cepeda. ¿Veis algo en común? Todo, la variedad desde luego no es el fuerte de estos premios.
Con un vistazo rápido a los ganadores históricos puedes hacerte una idea de de qué pie cojea la organización: Juanes y Shakira con 19 y 10 galardones respectivamente. Dentro de esta lista podemos ver también a Alejandro Sanz o Juan Luis Guerra. No juzgo los gustos de nadie, sino el planteamiento de unos premios donde el criterio de selección es claramente exclusivo.
Existen campos de rock, pop, cantautor, tradicional, por lo que alguno pensará: bueno, ya tienen sus propios premios. Pero es que también existen los de tradicional, tropical y, de hecho, pop, como se podría denominar a muchos de los ganadores. En definitiva, música latina, estrictamente hablando. Los Grammy principales tienen la misma organización y tampoco son un ejemplo a seguir, pero ahí han ganado The Black Keys o David Bowie, impensable que alguien así ganara en su ahijado latino.
Seamos justos con todos, si su intención es centrarse en ese estilo concreto de música, que así sea, pero seamos claros también.