“¡Me encanta Mario Vaquerizo! Es tan natural, tan campechano…” o “A mí me hace una gracia… ¡es tan inocentón!” o “No me he perdido ningún capítulo del reality, soy taaaan (cuantas más aes mejor) fan”… Frases como estas se pudieron escuchar en la plaza del Ayuntamiento de Alcorcón el jueves 5 cuando Alaska y Mario dieron el pregón de las fiestas. Mario que es una rock star de raza agarró el micrófono y gritó: “Antes se decía de Madrid al cielo pero yo hoy, desde este momento, voy a decir: ¡de Alcorcón al cielo!” En el cielo deben de estar si con el dinerillo ganado han hecho lo que toda gran estrella del rock debe hacer. Cuento con ello.
Mariaska, así me apetece bautizar al matrimonio, no sólo estuvieron presentes en el pregón ya que ese mismo jueves las Nancys Rubias dieron un concierto en la localidad, días más tarde le tocaría a Fangoria. Las nancys estuvieron musicalmente impresentables, como siempre, pero Mario llenó el escenario de poses sexualmente ambiguas, miradas perdidas y movimientos embarazosos fraguados con los efectos de los cientos de litros de cerveza que ingesta este empresario-cantante-representante.
Y llegó el concierto de Fangoria, donde a Alaska, la artista del matrimonio, le tocó lucirse. Y fue entonces cuando Mario demostró que hablar inglés, no habla, pero latín sabe bastante. La cosa ocurrió así según Isabel, una de las 200 mujeres de más 50 años que estaban allí desde las ocho de la tarde dándolo todo (el concierto era a las 23.00).
Cinco amigas y yo hicimos un camping improvisado en la zona del concierto para tomar un tentempié. De repente alguien abrió el puesto de camisetas del grupo y yo me di cuenta de que el mismísimo Mario Vaquerizo estaba allí colocando y doblando las prendas firmadas por David Delfín. Dos amigas mías se levantaron corriendo, yo no ¿eh? y fueron a pedirle fotos y a pedirle una firmita. “Mario, ¿te haces una foto conmigo?”, “Mario, ¿me das un autógrafo? que mi hija es taaan fan” y demás frases hechas. Entonces Vaquerizo contestó “Nada señora, si quieres autógrafos compra una camiseta”. Mis amigas preguntaron precios, ya puestos… “¿Cuánto vale esa camiseta de David Delfín?”, “30 euros”, dijo Mario.
Este fue el momento en el que Mario dejó de ser tan inocente, tan campechano y tan majo para estas mujeres. “El concierto de Fangoria estuvo bien, pero cuando salió Mario se estropeó”, nos cuenta Isabel, “se quitó la camiseta y tiene un cuerpo muy raro, como con chepa”. Vamos, que los peseteros no caen bien a nadie.
¿Te parece normal que Mario Vaquerizo cobre por firmar un autógrafo?