EL ELEFANTE ESTÁ BORRACHO | por Dani García
¿Os acordáis cuando Dumbo se la pilló doblada? “Picos” de surrealismo semanales
DA-NI GARCÍA, DA-NI GARCÍA. Que solo porque el destinatario del e-mail empiece por “Da” no significa que me llame David. Que sí, que te doy la razón y vocalizo peor que la Duquesa de Alba, pero has visto demasiado El Hormiguero y ya no sabes leer. ¿Qué clase de nombre es David García? ¿Acaso te he llamado yo Esperanza Aguirre? Me notas irritado, me notas cagando como un pájaro, con el pis y la caca al mismo tiempo (increíble que retenga este dato de las clases de Conocimiento del Medio de Primaria), eso es porque me has llamado gnomo, espera, lo soy, o no.
No se si es el fin del mundo (putos mayas, lo clavaron) o es estas fechas que me invitan a pegarme un tiro en cada pie y canibalizármelos pero estoy especialmente @masaenfurecida. Así que voy a descuartizar dos temas que se aparecen en los delirios de El Elefante mientras deshace el lavavajillas:
Me siento como una función tangente inversa que se aproxima a una asíntota
Encabezando con mi goebbeliano derrotismo español (soy un gnomo), produzco ira como el turrón en esta época hacia la metamorfosis de la persona como objeto, más concretamente, como cuadro de galería de arte. Miro a personas y soy capaz de ver un pedo en el aire antes que a ellos, porque veo cosas, incluso las obras de arte que observo en un centro cultural me crean más lazos sensoriales-animales sin vida alguna; mientras, ellos parten con la ventaja de tener cinco sentidos que parecen sufrir un “marichalazo” tal que repetir solo una vez el disco de Lori Meyers. No soy un gnomo. Y surgen cuadros y cuadros, se reproducen como la mierda de Urdangarín, conglomerados de cuadros, cada uno ensaya su postura, es su envoltorio, modas de cuadros, revistas de cuadros, sociedades de cuadros, y pierden todo el sentido de su contenido, simplemente vemos donde están colgados. Nos encontramos esclavizados a ser un cuadro, y a determinar un postureo como hacen todos los otros cuadros.
Y no puedo decir que me importa un huevo el cuadro, porque te sales de tu secta de cuadros, porque no quiero esa lista de música de final de año con ‘lo mejor del año’, cuando cada uno habla de la feria según como le va en ella, y por eso, sin salpicar en la tapa del relativismo, todo es una visión objetiva dentro de la subjetividad por mucho que cada uno utilice alargadores de pene suecos a máxima potencia para ser la Larousse versión indie. No soy un gnomo. Si yo publico ‘las 50 mejores canciones de 2011’, el otro las ‘100 mejores canciones pop de 2011’, entonces él lanza ‘los 77 mejores álbumes con timbales entre 2007 y 2010’, lo que provoca que aquel otro saque ‘los 23 mejores cantantes albinos de la historia’, ello conlleva que ese otro resuma ‘las 69 veces que Michael Jackson se tocó el paquete’ y, en una vorágine si fin, alguien se decide finalmente por publicar ‘las 771 veces que los hermanos Gallagher se han llamado de hijo puta para arriba’. Para que quiero yo este cuadro en el que me pastorean con números redondos (Para Acabar Con Los Números Redondos, de Enrique Vila Matas, apaga Deportes Cuatro y léetelo).
Que me gusta el disco de Jay Z y Kanye West, es una perfecta erección musical de lunes, esos dos negratas lo parten colectiva e individualmente, que me gusta el soniquete de botox de consulta clandestina del último disco de Lori Meyers, que me gusta la silicona de Lana del Rey, que me gusta el orinal armónico de Love Of Lesbian. Que es todo música de Pryca. Soy un gnomo. Ahora soy un meta-hipster, porque al parecer soy hipster y critico lo hipster, y alguien me dijo que soy un pseudo-hipster, aunque realmente debe ser que como dijo aquel genio esta vida es un sueño, un sueño, oooooh….ah no, perdón, que se supone que tenía que decir algo más hipster. Soy un gnomo. No alarmarse. No soy un gnomo: Coldplay se salta todos los protocolos de Kyoto en producción de basura (prueba número 1 para que intentéis cortaros las venas con el cepillo de dientes), ¿o porque creéis que El Elefante se ha puesto a escribir de delirios en vez de seguir el reportaje de la semana pasada de los plagios? El Quijote no se pudo escribir en un día, ni tampoco la lista de plagios de Coldplay. Que tengo un trabajo señores. Y encima vuelven a Madrid en mayo, que lo escuché en Spotify después de una cuña de Maldita Nerea tal que “Franco ha muerto” que me cortó el temazo de Kanye. De lo que te enteras por Spotify por cierto si no te sale de las pelotas pagar, David Bisbal tocó en el Teatro Real: putos mayas con su precisión apocalíptica. No soy un gnomo.
Quiero ser más simple que un cubo, mundano, plebe, mamarracho, no tiene porque ser todo tan complicado, lo sencillo da más tiempo para deshacer el lavavajillas. Soy un gnomo. Y lo sencillo pasa por actuar como persona y no como cuadro. No os frotéis con la asociación de Lou Reed y Metallica, es una puta mierda, así de simple, ni siquiera Reed puede escucharse a si mismo por los cascos; ¿a quién se le ocurrió eso, a Ana Botella? No os corráis con The King of Limbs de Radiohead, es una valiente basura que deriva a paja mental de “marichalazo”, y os lo dice un apóstol de la banda británica. Y no, no voy a ver la película esa muda y en blanco y negro (The Artist), al menos hoy que tengo el día tan infra-mental porque no soy sordo ni ciego, me voy a ver Misión Imposible 4. Soy un gnomo.
Fotos cortesía de lookatthisfuckinghipster.com
Pásame la Botella
Ana, el ejemplo decimonónico para las mujeres de lo lejos que se pueda llegar casándote bien, Ana, aquella mujer que dijo que los mendigos son una dificultad añadida para la limpieza de las calles, Ana…y sin votarla. Espeonza Aguirre ha levantado por lo tanto ‘La Ley Seca’ para darnos a las bebidas espirituosas. Ahora puedes comprar alcohol hasta que te reviente el hígado y deberían pensar en legalizar al gremio de lateros. Lo que no sabe Aguirre es que la dupla con Botella es peor que un rayo deshumanizador de los Power Rangers, ahora en serio, son peor que Hitler y Stalin en una misma habitación. No soy un gnomo. Todo esto viene porque el ex acalde Gallardón pasa a formar parte del nuevo gobierno, y no de Ministro de Fomento (resulta que no hay presupuesto ni para que haga unas zanjas el pobre hombre con lo que le gustan). Y todo esto viene porque tenemos nuevo presidente del gobierno de Españistán (de nuevo amamantando meta-derrotismo, pro-derrotismo, taxi-derrotismo).
( A tomar por culo la CULTURA, ahora es FÚRGOL! )
Voy a reiterar lo de los putos mayas porque eran unos cabrones muy listos, al parecer no tanto como para dejarse extinguir, pero me gusta la idea del fin del mundo en 2012 mientras el Rey pronuncia su discurso con unas Wayfarer. Pásame la botella y que me ahogue por favor. El Elefanstramus lo dijo: no habrá Ministerio de Cultura y os dio una salida (además de por tierra, mar y aire al acabar la carrera, y como molan ciertas fanpages de Facebook). Ser pastor, ni más ni menos. Soy un gnomo. Practicidad. No voy a describir qué jungla estamos creando en un país sin cultura porque ahí esta el delirio del 10 de Noviembre pero en este afán de Elefanstramus hay que enumerar unas consecuencias espeluznantes.
El mayor error es casar Educación con Cultura, pero matrimonio rollo Opus. No son lo mismo. Ya lo expliqué con el pastoreo y meter ambas carteras en un mismo ministerio es propio de 1851 cuando aquello se llamaba Ministerio de Gracia y Justicia o de 1855 cuando cultura estaba en el Ministerio de Fomento. Por entonces la cultura solo era para los más privilegiados, los demás su cultura era hacer zanjas, y 156 años después no han cambiado las cosas. No soy un gnomo. El nuevo Ministerio de Educación, Cultura y Deportes (y Hogar y Jardinería) recoge una serie de competencias bestiales, todas subsumidas bajo una misma cartera y compitiendo en importancia, y no os recomiendo ni echar un vistazo al artículo 1 de Real Decreto 1132/2008, de 4 de julio, donde se atribuyen las competencias y funciones del Ministerio de Cultura. Os asustaríais, porque como mentes sanas que debéis ejercitar sabréis que vamos a perder parte del bien público más preciado que el ser humano puede aportar utilizando el mayor porcentaje de su masa encefálica no contaminada por Telecinco. Así que nos hacemos hipsters, taxi-hipsters, tara-hipsters o doda-hipsters. Y no será por falta de una buena era de generadores de cultura, el problema es que somos muy malos vendedores hacia Europa ante tantas cosas buenas que creamos y poseemos, además del derrotismo patrio del que pecamos. ¿Quién va a llevar la cultura española a Europa? ¿Fernando Alonso que se ha divorciado y que nunca volverá, que nunca ha estado aquí y que todas las promesas que hizo no eran de verdad? Cultura y deportes juntos, sí, porque solo hay que ver el Twitter de Sergio Ramos o Guti para darse cuenta que van especialmente unidos. No soy un gnomo.
Pd: Hemos encontrado la conversación confidencial de Esperanza Aguirre con Ana Botella
EN 2012 VUELVE EL ELEFANTE…
