Le llaman Mano Lenta, aunque no la tuvo tan lenta para levantarle la chica a George Harrison –Pattie Boyd, la mujer que más canciones ha inspirado-. Pero eso, como diría aquel camarero de Irma la dulce, es otra historia. La noticia es que Eric Clapton regresa después de tres años de silencio y se apunta al carro de David Bowie, lo del rey del glam rock sí que nos ha pillado de improviso. En marzo salen a la venta los dos álbumes y el 12 es el día de Old Sock, el primer trabajo de Clapton respaldado por una discográfica independiente.
El álbum es otra recopilación de clásicos del blues, del rock y del jazz aderezados con un par de temas nuevos que serán de trascendencia mínima. El guitarrista genial nos volverá a deleitar con su magia negra a la hora de ralentizar punteos. Desde que se oyó llorar a su instrumento en While My Guitar Gently Weeps le han llamado Dios. Un dios alcohólico y vicioso con una vida melodramática que durante mucho tiempo y hasta hoy convierte todo lo que toca en oro.
From The Cradle es el disco de blues más vendido de la historia. La proeza de Clapton fue conseguir eso en 1994 cuando el gran género ya no le importaba a nadie. Esa selección de clásicos tocados por el compositor de Tears in Heaven se convirtió en un éxito sin precedentes. Y así continúa hasta nuestros días, vendiendo recopilaciones bien producidas interpretadas con instrumentos que suenan a gloria pero con una falta de riesgo insultante.
En Old Sock participan Paul McCartney, el maravilloso Stevie Winwood y J. J. Cale. Porque eso es otra, este superdotado de la guitarra no hubiera llegado al Olimpo si no se hubiera rodeado siempre tan bien: Mark Knopfler, Billy Preston, Phil Collins, George Harrison…
Siendo impudente se puede resumir la carrera del guitarrista inglés en cuatro canciones míticas, cientos de riff inolvidables y algún que otro solo autocomplaciente para demostrar lo bien que toca su instrumento. El Clapton compositor no es nadie sin Layla, Cocaine (versión de una canción de J. J. Cale) o Tear in Heaven. Demasiadas pocas buenas canciones compuestas por él como para endiosarlo. Y cuando uno llega a la conclusión de que Eric Clapton es un compositor mediocre se empieza a preguntar si la farsa no llega más lejos. ¿Es este tipo realmente es un guitarrista tan genial como dicen…? Probablemente lo será, pero en mi caso prefiero llamar Dios a Pat Metheny, Django Reinhardt o Keith Richards…