En algún sótano de Oberlin, rodeados de peste etílica, vómitos y sangre, Karen Lee Orzolek y Brian Chase se embriagaban en el paradójicamente violento e ilustrado underground de Ohio. Una juventud erudita que se veía tan atraída por el arte y sus sublimes proporciones como por el caos en una entropía vital.
1. Tras el lanzamiento de su debut, Yeah Yeah Yeahs estuvieron cerca de separarse.
2. Las colaboraciones con Karen O están a la orden del día: N.A.S.A., Ezra Koenig y Trent Reznor, entre otros.
3. Su trabajo como directora de videoclips cuenta con vídeos para Liars y Tiny Masters of Today.
La música de Yeah Yeah Yeahs reflejaba esa inquietud porque sus integrantes se ungieron de ella. Cuando la cantante coreana se mudó a Nueva York, las piezas comenzaron a empujarse unas a otras para elevar el nombre de una banda en el perfecto caldo de cultivo, generado por una escena de garage rock liderada por The Strokes y en pleno auge. El rock volvía a estar de moda y ser moda.
La estética de O ha sido un punto tan emblemático para la banda como su propia música. Desde sus inicios en aquel primer concierto teloneando a The White Stripes, el eclecticismo colorista, salvaje y cuidado de la cantante la catapultó como icono estético. Incluso tiene un club de fans, las Karenabes, que imitan su personal estilo.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
Una vida en movimiento
Tras el cuarto disco de la banda, Karen O decidió que era hora de disfrutar cierta autonomía. El trabajo de la cantante en bandas sonoras suma películas como ‘The Girl With the Dragon Tattoo’ (David Fincher, 2011) y ‘Her’ (Spike Jonze, 2013). Su siguiente capítulo se acaba de abrir con el lanzamiento de su debut en solitario, ‘Crush Songs’ (Cult, 2014), un álbum que devuelve a la cantante a sus inicios orbitantes al folk con Unitard -dúo con Nick Zinner que daría luz a Yeah Yeah Yeahs-, antes del alcohol, el arte y la sangre.