Un viaje con amigos recorriendo carreteras que son líneas rectas interminables. Una furgoneta y al otro lado de la ventana el mar. Una imagen bucólica si piensas en ella como algo que ocurrió hace tiempo. Pero esto no va de melancolía, esto va del buen rollo, de disfrutar el hoy y ya veremos mañana. Las melodías de Belize son eso, un ‘carpe diem’ naíf que recuerda al sonido del aire chocando contra las palmeras.
Ángel, Tasio y Ana son Belize, tres jóvenes navarros que llenan sus voces de calor y su talento lo dejan a disposición de multitud de instrumentos con los que construir canciones libres llenas de luz. Una luz cegadora y limpia. No te carcajeas pero sonríes, no bailas aunque tus pies y tu cabeza se muevan sin descanso con canciones como ‘Ritmos’. Es inevitable no acordarse de los Crystal Fighters y esa mezcla de sonidos exóticos que dan vueltas en un jardín lleno de colores.
Su primera canción fue ‘Egos’, se publicó en septiembre y fue grabada en directo en las playas de Hossegor, al sur de Francia. Un corte sencillo en el que las cuerdas te sumergen en un paisaje caribeño donde se intercala una voz masculina que casi susurra frases que no son poesía, que son mundanas. Y nosotros estamos más cerca de lo mundano que de lo divino. Ana y su voz aterciopelada le dan al corte las curvas necesarias para que éste obtenga toda la profundidad posible.
Todos los temas que han ido sacando, incluyendo ‘Babas’ y esa versión del ‘Baba O’Riley’ de The Who llamada ‘Teenage Wasteland’ , han sido elaborados en los estudios de Hans Krüger (Delorean o El Columpio Asesino). Una muestra de que estos tres se atreven con todo. Hay talento para rellenar un debut que puede llegar muy alto en la escena nacional. Sin etiquetas y para un público libre.