El Congreso andaba preparando jornadas de puertas abiertas con la curiosidad de que estaba completamente cercado por vallas y polícias. Entre callejuelas tocaba sortear rejas, la manifestación del día dedicada a Wert y el paso perdido del turista hasta llegar al Círculo de Bellas Artes, institución madrileña que también tiene el rifle de los recortes bajo su cabeza y que fue primera parada de la última fecha del Primavera Sound Touring Party. La primera edición de la gira que planea llevar la marca a otras ciudades que no son las evidentes había arrancado 15 días atrás en Barcelona y había pasado por Zaragoza, Santander, Gijón, Valladolid, Santiago, Valencia y hasta Londres.
Dos autobuses, kilómetros y unas cuantas de las mejores bandas nacionales. Entre ellas estaba Extraperlo, encargados de abrir la cita en Madrid con cara de jornaleros de la música. Falta de sueño y de Aleix Clavera, pieza importante en el organigrama de Extraperlo que no actuó por problemas familiares, hizo del recital de los de Barcelona una anécdota comprimida en cinco canciones. Los jóvenes The Free Fall Band, fichajes del sello de Primavera, extendieron la mañana.
La siguiente tanda esperaba a la tarde. Fría, helada, congelada junto al Manzanares en La Riviera. Allí abrieron el turno con horario adelantado los portugueses Paus antes de que Refree subiera al escenario a estrenar en Madrid ‘Nova Creu Alta‘ (Primavera, 2013). Raül Fernández, cabeza del proyecto, confesó después a HABLATUMÚSICA cierto pesimismo con el futuro de la música en directo por la falta de público en muchas de las fechas de la gira. Tal vez esa negatividad le hace disfrutar cada concierto con la mayor de las intensidades. Así resultó que, entre plantas, como un vivero, desarrolló un gran directo respaldado por la fuerza y enganche que tienen las nuevas canciones de su último trabajo. Su concierto servirá para atrapar a unos cuantos a uno de los proyectos más infravalorados del panorama nacional.
Siguió Lee Ranaldo and The Dust. Maestría bajo la inventiva eléctrica de su guitarra pero falta de conexión con la única banda extranjera de la prueba de tour del Primavera Sound. El de Sonic Youth se vio ensombrecido por el sándwich que le atrapó entre Refree y Standstill. Los de Enric Montefusco se encuentran en un nivel que cuesta compararles con alguien. Contó el líder de la formación de Barcelona que era misión imposible llevar su show a Madrid. Así Touring Party ya justificaba el acto poético de traer a una banda convertida en institución. La conexión milimétrica de sus directos, la fuerza huracanada de cada canción, la representación del espectáculo barroco de luces y proyecciones que es ‘Cénit‘ convierte a Standstill en una banda única. Así consiguieron hacer levantar a un público que hasta el momento estaba entre frío y congelado, haciendo de los barceloneses la banda estrella de la noche y la razón por la que habían ido hasta la helada ribera del Manzanares.