No hay autores, todo está inventado. Asumido esto, el primer disco de Jonathan Rado en solitario no va a resultar tan obsceno. El que es parte de esa banda espectacular llamada Foxygen que hace menos de un año sacó un discazo titulado ‘Take the Kids Off Broadway’ camina en solitario. La presión del trabajo, las juergas bañadas en alcohol y las hostias consecuentes (verbales, al menos) entre ambos han sido el motivo de esta escapada (temporal) física e intelectual. Salimos perdiendo, eso está claro, porque la calidad de ‘Law and Order’ no iguala a los dos álbumes de la banda… pero casi.
Rado se pasea hasta arriba de ácido por todas las tradiciones musicales que puede. Y aunque le cuesta abandonar las dichosas voces distorsionadas, que por poco estropean el álbum, firma una obra notable. Su Johnny Cash en ‘Hand in Mine’ es de reclinatorio, pocos blues a la altura. Con ‘Dance Away Your Ego’ nos ofrece un funk bailable, una especie de interludio que no avisa de nada porque cada corte es una salida del tiesto. Roda toca el pop british en ‘Oh, Suzanna!’, o el pop ochentero en ‘Pot of Gold’.
Roda parece decirnos todo lo que sabe hacer en este ‘Law and Order’ lleno de paisajes distorsionados y humos de color púrpura.