Tras 14 discos en solitario es un buen momento para emanciparse. Así lo visto Ricardo Vicente, un hombre que ha formado parte de grupos como Tachenko, La Costa Brava o Nixon. A veces el universo reta al artista a combatir en soledad los obstáculos líricos, lingüísticos o sentimentales que se pongan por delante. El resultado es una especie continuación más íntima y onírica de lo que Vicente hacía con Nixon. ‘¿Qué haces tan lejos de casa?’ (Marxophone, 2013) funciona entre esos límites.
El álbum se compone de canciones pop escritas e interpretadas por un atrevido cantautor que pretende ofrecer al que escucha algo más que composiciones disfrutables y ritmos cálidos. Ricardo Vicente quiere hacer partícipes a todos de su universo, ese en el que el pasado y el futuro son ficción y el presente esa realidad gris que nos llueve encima cada día. Este disco es especial porque necesita un relato del propio músico para ser completado. De hecho todo comenzó ahí, cuando Vicente tenía un texto entre manos que de repente necesitó de 11 temas para ser más redondo. Un relato entre ficción y realidad donde el argumento da vueltas alrededor de la gira de ‘El problema de los tres cuerpos’ (Cydonia y Playas de Normandía, 2011).
Este tipo, que él mismo reconoce que se halla perdido en el mundo -¿y quién no?-, consigue transportarnos a su universo con temas como ‘La balada de Fran y Richi’ o ese homenaje al folk y a la complicada vida de Joni Mitchell titulado ‘A Joni Mitchell Con Todo Mi Amor’, con más amor de lo necesario pero al fin y al cabo estamos instalados en el prisma nostálgico de un compositor que pretende meterte el buen rollo en el cuerpo.
Andar por la calle y fijarte en las pequeñas cosas como si ese día fuera único. Realmente cada día es único pero nadie nunca se lo toma así. Las atmósferas que construye Vicente en sus temas te empujan a ello. A pesar del dolor de algunos temas como ‘Era tan bello veros caer’ o la tremendamente melancólica ‘La parte más feliz’ con ese punteo que abraza, y al final no hay nada como la tristeza para corroborar que uno está muy vivo.
Si eres fan de Nixon este disco te acompañará muchas tardes en lo que queda de invierno, si buscas algo más te cansarás pronto. Pero con todo Ricardo Vicente deja un recado de lo que sabe hacer sin ayuda con un pronóstico muy favorable de lo que podemos esperarnos.