Tulsa reservaba un hueco para quien fuese capaz de engendrar la banda sonora que la segunda ciudad más grande del estado de Oklahoma merecía y que se había silenciado desde la lejanía de J.J. Cale hacía ya algunos años. Llegó el 28 de septiembre de 1982, con el otoño recién venido y el verano aún sin querer despedirse, siendo marcado su primer llanto por los extremos de aquel clima templado tan vacilante. Nacía Anne Erin Clark.
[quote_box_left]1. Annie comenzó a tocar la guitarra con 12 años y fue educada musicalmente por sus tíos, el dúo de jazz Tuck & Patti.
2. Además de la guitarra, también toca el bajo, el órgano, el piano y el theremin. La formación de Clark es tan copiosa que realizar un mal trabajo se hace complicado.
3. St. Vincent ha trabajado junto a artistas como Andrew Bird o Bon Iver e igualmente ha abierto shows de bandas como Television, Arcade Fire o The National.[/quote_box_left]
Aquel bebé que pronto pasaría a ser Annie para todos, a excepción de los más severos del Lake Highlands High School, crecería en Dallas. Fue allí donde algunos ya empezaron a comprender la vocación que le había sido otorgada y que despegaba cuando se puso frente a una guitarra por primera vez. Sin apenas codearse con la pubertad, ella era ya conocedora de un fiel amor que hoy permanece en escena.
Con la firme decisión de que su camino estaba sellado por la Música, quiso continuar su formación durante tres años en el prestigioso Berklee College of Music antes de partir a la deriva de garitos y estudios. Con la colaboración de otros compañeros, allí publicaría el que sería su primer EP, ‘Ratsliveonnoevilstar’, y pronto partiría de nuevo a Texas para unirse a The Polyphonic Spree. En 2006 esta aventura quedó atrás para sumarse a una gira de Sufjan Stevens. Conocer, experimentar y descubrir eran sus empeños.
EL ESTALLIDO DEL ÉXITO DEFINITIVO JUNTO A DAVID BYRNE
Sería este mismo año cuando el rumbo se encauzaría hacia esa carrera a la que hoy ponemos el nombre de St. Vincent, haciendo referencia al Saint Vincent’s Catholic Medical Center donde falleció el poeta galés Dylan Thomas. Entonces vino el EP ‘Paris Is Burning’ (Es Tee Vee, 2006) como preludio del primer largo debut: ‘Marry Me’ (Beggars Banquet, 2007), donde la avalancha de carisma y precisión llevó a la crítica a comparar aquel fenómeno con el David Bowie más explorador. Aquel era un principio remoto de la indiferencia.
St. Vincent venía cuidando su carrera de la forma más impecable posible, con los pies en la tierra, consciente de su capacidad e insistente en su rica experimentación. Aquellos trabajos fluían tan depurados que sólo una aleación de todos ellos sería capaz de arrodillar a cualquiera. Y lo hizo. Llegó 2014 y con él un álbum capaz de dar un paso más allá, retorcer todas las expectativas y sublimar aquella forma de hacer Música llamada ‘St. Vincent’ (Loma Vista, 2014).