Han venido a matarnos. No existe indulto, ni perdón divino. No dejarán títere con cabeza. La masacre no entenderá de flexibilidad, nos hundirá en el lado más funesto de la existencia vital. La caza de brujas, que dará comienzo con las novicias desubicadas de la portada de este ‘The Unnatural World’ (The Flenser, 2014) nos dará el empuje necesario para lanzarnos a algún plano irreal emplazado en una línea atemporal. Es lo que desean, asustarnos, oprimirnos y finalmente ahorcarnos. Pero antes de todo ello van a jugar con nuestras almas.
Si de algo se ha pringado este ‘The Unnatural World’ que no lo hiciese ‘Deathconsciousness’ (The Flenser, 2008) es de ese fango negro y espeso de desconsuelo y resentimiento. Nuestro amargo entierro derriba sonidos físicos, asfixiantes y penetrantes, en una atmósfera funesta. Para ello, Dan Barrett y Tim Macuga se bastan de esa línea de bajo fusilada del post punk o de las rabiosas baterías que fraternizan con las guitarras en un maligno aquelarre, a la hora de recrearse con nuestra inagotable angustia.
En un ambiente de polvo y suciedad, ‘Defenestration Song’ se entretiene con esa ira propia del que quiere golpearnos, con una rabia en la voz de Barrett que en el resto del disco parece quedarse afónica. Los ecos de lamentos nos siguen llegando suavemente, granulados y en mayor parte instrumentales, como ‘Music Will Untune the Sky’ o ‘Cropsey’. El escaso ánimo y la respiración asistida llegan a manos de ‘Unholy Life’ que huye veloz para recordarnos que aquí lo que prima es la penitencia y colocarnos de nuevo las cadenas en ‘Dan and Tim, Reunited by Fate’. El conglomerado entre el nihilismo, los cuentos de brujas, el escepticismo y la cultura gótica se dejan caer como una manta pesada a lo largo de todo el álbum que nos derrumba y a la vez nos hipnotiza. Los aires de enigma y misticismo nos devuelven de nuevo a la realidad tras la tortura y la confusión.
La herida es profunda, pero sabes que regresarás a ella como un gatito malherido tantas veces como sea necesario, a un ‘The Unnatural World’ que te hundirá estúpidamente sin darte cuenta de ello, te destruirá como ya hizo con las novicias desubicadas y te demostrará que tú, amigo, ya estás muerto.
