Justificar que Radiohead son un grupo que la gente escucha por sus campañas de marketing es como decir que el Barça gana porque Guardiola viste bien. Radiohead es la excepción que confirma la regla, la de poder experimentar en la música sin que eso suponga hacer una basura integral que no hay por donde cogerla. Hoy en día, que un grupo mantenga la calidad en cada álbum, siendo además los abanderados del experimento sonoro, es tan difícil como aguantar más de cinco minutos viendo Telecinco sin que aparezca un mamarracho.
Es cierto que The King Of Limbs, por primera vez desde OK Computer (1997), no resulta tan sorprendente. Quizás estemos hablando del álbum con el perfil creativo más bajo de los publicados por el grupo, más en la línea sonora del Eraser (2006) de Yorke que del magnífico Kid A (2000). Supone por lo tanto, el arma perfecta con la que los críticos al grupo pueden atacar. Pero cuidado, no estamos hablando ni mucho menos de un mal disco, es que el nivel mantenido por los de Oxford hasta ahora ha sido más que notable.
Desaparecen los Radiohead de In Rainbows (2007) para traernos una multitud de sonidos electrónicos, de pistas que uno va descubriendo en cada escucha, fusionadas con los susurros fantasmagóricos de Yorke. Electrónica encajada con maestría, con velocidad precisa, y elegancia. Dejan a un lado las guitarras más potentes de sus anteriores trabajos y se centra en explotar marcianidades, como los relojes a toda prisa en la correcta Little by little, los sonidos extraños de Feral, o las canciones tranquilas con toques cósmicos de Give up the ghost o Separator, incluyendo Lotus flower, que ya es un clásico (los bailes epilépticos con bombín de Tom Yorke han ayudado a ello).
Los ocho cortes del disco, son canciones destacables, que no forman el mejor disco de Radiohead, pero que mejora en cada escucha y supone un golpe de energía cualitativa para los discos que nos hemos encontrado en los últimos meses, de una calidad muy mediocre. The King Of Limbs será un álbum que mejore con el tiempo.
Nota : 7,5 / 10
J. Castellanos