- MEXICAN SUMMER
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¿Mexican Summer…? Esto me recuerda a algo. Ciertamente. Es el sello que ha editado a The Fresh & Onlys y a Best Coast. Con estas referencias anteriores, no puede sonar mal. Sí, estos prejuicios pueden condicionar bastante nuestro punto de vista a la hora de encarar la escucha del Strapped de The Soft Pack. En este caso, no sería ningún error.
Desde los primeros segundos del disco nos encontramos un cañonazo de buena música. Este es un largo compuesto de principio a fin por buenos temas. No hay relleno. No hay trampa ni cartón. Mucha calidad que llega desde la Costa Oeste.
Con este disco, The Soft Pack han evolucionado. Eso está bien. Objetivamente, evolucionar es correcto, en tanto que supone que uno no va a ser un calco exacto de sí mismo. Ahora bien, en cuestión de gustos, prefería sus trabajos anteriores. Si bien tanto el primer disco (llamándose The Muslims) como el segundo, son más directos, este, en algunos cortes, se va por otros derroteros. Hay dos partes claramente diferenciadas en esta obra: la primera son los siete primeros temas. La segunda, del octavo al último.
En la primera parte destacan cortes como el que abre, Saratoga (un nombre estigmatizado en la música española) o Chinatown, ambos brillantes. Se aprecia aquí la herencia que permanece de los discos anteriores. Cortes rápidos, agresivos, pero que no se dejan llevar hacia sonidos tan desgarradores como The Replacements, sino que permanecen en el lo-fi, más cercano a los Pavement de Crooked Rain, Crooked Rain. También nos encontramos sonoridades que nos pueden recordar a los actuales The Black Lips o a los relativamente noveles Cousin Brian. La citada Chinatown y otras, como Ray’s Mistake, por ejemplo, tienen una fuerte influencia de la nueva ola surf garajera (Wavves, Vivian Girls). La excepción es Bobby Brown, que tira hacia la Motown.
Los últimos cortes del disco nos sumergen en un universo oscuro, más experimental y progresivo. Esto es lo que rompe con lo establecido por ellos mismos en sus anteriores discos, quizás intentando llegar en un futuro a un cambio más profundo en su música. Aquí salen a flote la influencia de Gang of Four en Oxford Ave., de Wire en Head on Ice… Así, llegamos al último tema, que duplica en duración al resto de temas, llegando casi a los siete minutos. Comienza con un ritmo rápido y va derivando en pasajes psicodélicos que nos dejan con una sensación extraña en el cuerpo. Casi toda la electrónica del disco se condensa aquí, y es un punto, por no decir el único punto en el que flojea el disco.
En términos generales es un buen disco, aunque personalmente prefería que hubieran continuado su carrera de un modo un poco más continuista, con las líneas de bajo tan potentes que tenían o las guitarras afiladas y crudas que captaban tu atención al momento, pero no por ello hemos de negar su autenticidad y frescura.