‘Unmap’ fue un aviso de que Justin Vernon se había aficionado a crear canciones y rodearlas de grandeza sonora. No nos dimos cuenta. El debut de Volcano Choir, el grupo formado el hombre escondido bajo Bon Iver y los Collections of Colonies of Bees, se presentaba como una alternativa al también debut ‘For Emma: Forever Ago’. En él había trazos de lo que compondría más tarde en ‘Bon Iver’ y que parece no haber abandonado con Volcano Choir.
‘Repave’ aparece como un nuevo juego veraniego de Vernon, una salida a la grandiosidad que ha tomado Bon Iver pero sin escapar del monstruo. Ocho canciones cortadas por un patrón similar que se permite jugar con alguna paleta distinta.
El problema que tiene ‘Repave’ es que tantos paisajes sonoros llegan a ser tan agotadores como si uno los tuviera que recorrer de verdad. la fórmula de ‘Bon Iver’ sin ser medida. Como cuando Chris Martin comienza a dar vueltas sobre sí mismo con los brazos en alto y hay colorines. No se puede dudar a estas alturas del ingenio de Vernon y de su manejo del barroquismo pop; este disco no es más que un trabajo que se puede disfrutar pero que con esa misma facilidad puede olvidarse.
‘Tiderays’, la canción que inicia el álbum, es la que mayor recuerdo guarda del primer trabajo de Volcano Choir, al igual que ‘Acetatte’. ‘Byegone’ es la canción que firmarían Coldplay, aunque aún no sé si eso es bueno. ‘Comrade’ se excede en esas ganas por utilizarlo TODO. ‘Almanac’ y ‘Dancepack’ parecen las joyas del disco por presentarse como dos canciones medidas en sus arreglos y mostrar nuevas intenciones en lo que hasta ahora conocíamos de Vernon y ‘Alaskans’ es lo más limpio que ha creado en los últimos tiempos. Queda por ver si la respuesta en forma de Bon Iver seguirá los trazos como en la anterior ocasión.