[dropcap type=»1″]Q[/dropcap]ué peligroso es conocer la fama demasiado temprano en tu carrera. Cada artista encuentra la inspiración en sus ídolos y la desgracia en su propia sombra. Los australianos Wolfmother son uno de los ejemplos más fehacientes de esta ley natural del estrellato. Con su último álbum, ‘New Crown’ (Autoeditado, 2014), del mismo modo que ha sido publicado de repente, parece que la grabación ha sucedido de igual manera: demasiado rápido y demasiado apresurado.
Para bandas de menos recorrido puede ser una excusa, pero el nivel de dejadez en el trabajo de producción es lamentable para una banda profesional. La sensación que desprende es la de estar escuchando una demo mal mezclada, cuyo trabajo de masterización se limita a elevar el volumen -inconsistente, por cierto- de las canciones. Tratando de sobrepasar esta pobre presentación necesaria, el trabajo de composición y estrictamente musical es, al menos, igual de inestable.
Si en ‘Heavy Weight’ y ‘Enemy Is In Your Mind’ encuentran un rincón dulce gracias a su pesada potencia, la gran mayoría de temas se limitan a la autocomplacencia; ejecuciones faltas de calidad, como la pésima ‘Feelings’ o ‘Tall Ships’; composiciones plácidas en la vulgaridad de ‘She Got It’; así como homenajes que terminan siendo el copia y pega de ‘“I Ain’t Got No”’. Demasiados pocos puntos álgidos para un nivel que se conforma con la mediocridad.